01/05/2022 23:10h Ávila y su muralla en Castilla y León
Además de ascender a su célebre muralla que rodea enteramente la ciudad, merece la pena perderse por su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad, visitando su palacio y templos, y para finalizar degustar un buen chuletón de Ávila, algo que no puede faltar en nuestra visita a la ciudad.
La muralla: Indudablemente el emblema de Ávila. Con un perímetro de 2516 metros (87 torreones y 9 puertas de acceso) y forma casi rectangular, es de las pocas en el mundo que está completa junto con la de Segovia y Lugo. Aunque es un paseo extenso, si os quedáis varios días se recomienda dar una vuelta entera y apreciar las ampliaciones y los detalles que oculta.
En el siglo III a. C. los romanos edificaron la primera muralla. Más tarde, se reconstruiría en el siglo XI para proteger a la ciudad. La muralla está perfectamente conservada en todo su perímetro y existen varias puertas de acceso a la ciudad, siendo las más significativas la Puerta del Alcázar y la Puerta de San Vicente, flanqueados ambas por sendos torreones.
La Catedral de Ávila: Se ubica en el interior de la muralla, en la zona alta de la ciudad. De estilo gótico y edificada con sillares de granito, es de un color gris que nada tiene que ver con otras catedrales, como la de Salamanca. La catedral está adherida a la muralla y sus muros forman parte de la fortificación.